Açaí.
Más que una fuente de alimento, el açaí es una manifestación cultural del Amazonas, que perdura desde hace siglos y forma parte de la rutina de quienes viven en la región.
Todo comienza con la subida al açaizeiro: el árbol del açaí (conocido como “palma manaca”). Un momento de expectativa por lo que la cosecha podrá rendir este año y de celebración, pues de allí vendrá el sustento para la población local. Con una cuerda enroscada se hace un accesorio conocido como “peconha”. Con este accesorio, los recolectores más ágiles se atan los pies para tener un poco más de apoyo, equilibrio y destreza mientras suben hasta lo alto de la palmera. Y son ligeros. Allí encima, el hombre nativo comienza a balancear el fino tallo, para ser lanzado al aire y alcanzar otra palmera cercana.
En la época de la cosecha, los pueblos de la Amazonia se suben recogen los cachos más cargados y ponen los frutos en cestos especiales que llaman “pandeiros”; estos cestos son especiales para llevar el açaí. Después, los distribuyen por todas las ciudades de los alrededores, en mercados y ferias.
De los granos, que se aplastan, surge una pulpa espesa, conocida como el “vino del açaí”. Son muchas las casitas que venden açaí batido, por litro. Para llamar la atención del cliente, ponen una banderola roja en la entrada de los establecimientos. Las descripciones son de todos los tipos: “açaí del gordo”, “açaí del Bueno”, “açaí del nuestro’, “açaí de la isla”,...
Este fruto está presente en las principales comidas del pueblo de Pará. En el desayuno, se come la pulpa batida. En el almuerzo, viene como acompañamiento de camarón, pollo o harina de tapioca. Para el postre, hay hasta helado de açaí.
Rico en vitaminas y antioxidantes, este fruto de tonos carmesí les brinda salud a los pueblos de la selva. Rico en hierro, glúcidos, vitaminas A, B1, B2, C y E, minerales tales como mangnesio, calcio y potasio y en una substancia llamada antocianina, el Açaí, fruto de tonos rojos, es sinónimo de alimentación, cuidado y sabor.
Responsabilidad Socio Ambiental.
El açaí de Natura Ekos lo produce la Cooperativa de Fruticultores de Abaetetuba (COFRUTA), localizada en el estado de Pará, y por el proyecto “Reflorestamento Econômico Consorciado e Adensado (RECA)”, en Rondônia.La cosecha consiste en subirse a las palmeras, cortar los cachos y abrirlos, para retirar los frutos con las manos. El açaí que va a Natura posee certificación orgánica, o sea, no entra en contacto con abonos químicos ni con impurezas y recibe un cuidado todo especial por parte de los trabajadores.
En las comunidades, el açaí convive con otras cosechas nativas, en sistemas agro forestales, lo que garantiza que los trabajadores tengan renta también después que esta cosecha llegue a su final.
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